Economías regionales y tipo de cambio ¿atrasado?

Llama mucho la atención cuando grandes empresarios o dirigentes políticos vinculados con sectores exportadores se refieren a las economías regionales, para defender políticas económicas que beneficiarían sobre todo a los sectores que representan, antes que a dichas economías.

Vamos a ir por partes. Primero destacar algo que no suele repetirse y debería: cuando se habla de economía se habla de tensiones, lo que favorece a un sector normalmente perjudica a otros, y así, existen múltiples tensiones que suelen denominarse mantas cortas. Entonces no existe tal cosa como bueno o malo, si no se dice para quién. Por ejemplo, altos salarios reales perjudican la competitividad internacional de los sectores donde se dan esos salarios, pero no por ello conviene que haya bajos salarios. Por ejemplo, cerrar las exportaciones de trigo para favorecer el mercado interno disminuyendo su precio, puede generar menos producción y aumentar, de todos modos, el precio.

Desde este blog siempre dijimos que los equilibrios del mercado, generados "libremente" favorecen al capital y a los espíritus rentísticos, por eso los equilibrios deben tener canales institucionales consolidados desde el Estado, en función de objetivos integrales de desarrollo industrial, competitividad, inclusión e igualdad social. Lo cual, necesariamente lleva a choques con los sectores dominantes que quieren "equilibrios libres" que son los que favorecen su dominio, ganancia y renta.

Volviendo al tema del post, el Estado argentino cuenta con áreas dedicadas al estudio y la promoción de las economías regionales. Por ejemplo, en el Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca, y sus organismos descentralizados (como el INTA). Para seguir definamos "economías regionales".

Se denominan economías regionales a las regiones extrapampeanas. Esta concepción es precaria desde el punto de vista económico y conceptual. Cuando se habla o se escribe de “economías regionales” se está haciendo referencia a economías marginales a la pampa húmeda; por ejemplo: el algodón y las maderas duras del Chaco; la yerba mate y el te de Misiones; el arroz, las mandarinas y naranjas de Corrientes y Entre Ríos; los limones y pomelos de Tucumán y Salta, las peras y manzanas del Alto Valle; y, las lanas de la patagonia, entre otros. 
... la pampa húmeda es una región económica como el NEA, NOA, Cuyo o la Patagonia. ¿Entonces, porqué persiste esa diferenciación o distinción entre la pampa húmeda y el resto de las “economías regionales”?. La respuesta está en los conceptos teóricos de la economía regional aquí vertidos en forma suscinta. Es una región homogénea con importantes riquezas naturales y excelente localización. Existen inmejorables condiciones de producción, buenos suelos, adecuado régimen de lluvias y agricultores capacitados. Dispone de respetables obras de infraestructura y fácil acceso a puertos de suficiente profundidad y, además, cuenta con las denonimadas economías de aglomeración: población capacitada, servicios para el agro y para la industria, etc. Es una región integrada al mundo desde hace más de 120 años. Toda la región y múltiples actividades están vinculadas a los mercados mundiales porque existe demanda de granos, de aceites y otros subproductos. Por ejemplo, el 90 % de complejo sojero, que abarca desde producción primaria, los procesos industriales y los grandes servicios portuarios está localizado en un radio no mayor a los 300 kilómetros de la ciudad de Rosario. Ventajosa condición que no tiene EEUU ni Brasil, los principales proveedores de soja y subproductos del mundo.
Las otras regiones, sin embargo, no están integradas al mundo cómo región. Están vinculadas a través de algunas actividades muy competitivas, por ejemplo los limones de Tucumán, los vinos y los olivos de Cuyo. Las actividades económicas de estas regiones contribuyen en la provisión de bienes para los mercados locales o para el mercado nacional.
Un toque de realidad actual: Políticas de tipo de cambio artificialmente alto generan competividad también artifical y constituyen un engaño a largo plazo. Estas políticas constituyen un subsidio implícito para el turista y el consumidor extranjero. También para las actividades no competitivas que se engañan a si mismas como si este tipo de cambio durará una eternidad. Las actuales son “políticas productivas” engañosas, mejor dicho peligrosas. En realidad no se exportan productos, se exportan salarios bajos. El tipo de cambio bajo, política de la mitad de los ’90, generó todo lo contrario. El chivo expiatorio de la crisis de los últimos años fue la convertivilidad, pero la razón de fondo fue la falta de financiación genuína del gasto público descontrolado.
En términos modernos se deben crear clusters, que son espacios donde las actividades económicas se integran y se articulan entre sí de manera vertical y horizontal con proveedores de insumos, servicios y educación; son eslabones aceitados de una cadena productiva que genera ventajas competitivas en relación a las actividades que actúan en forma aislada. Los clusters no nacen de forma espontánea, se deben al planeamiento regional y también a la participación activa y seria del estado, ya sea nacional o provincial.
Otra búsqueda de definición nos llevó a esta mirada:

a) en distintas áreas de Argentina, b) que no incluyeran actividades primarias de la economía pampeana, c) que constituyan circuitos productivos con relevancia social y económica en las áreas donde se establecen sus eslabones primario y agroindustrial, 


Y otra más, que caracteriza a las economías regionales (Alejandro Rofman), como:
1.1. Fuerte presencia de la pequeña unidad productiva, de carácter familiar, en las actividades agroindustriales del norte, el oeste y el sur. Estas unidades, en su mayoría de carácter minfundiario y con serios problemas de subsistencia, carecen de capacidad negociadora de su producción en el mercado, de acceso al crédito bancario y de posibilidad de reconvertir su actividad en términos de los criterios de competitividad hoy prevalecientes.
1.2. Unidades productivas de gran tamaño concentran el proceso agroindustrial en la yerba mate, el tabaco, el algodón, el azúcar, la vitinicultura y la fruta. La orientación hacia el mercado interno que históricamente tenía la producción agroindustrial se fue modificando más recientemente, a partir del ingreso de la opción exportadora en producciones significativas como el algodón, el tabaco , las frutas y la vitinicultura.
1.3. La producción agrícola, dominada en términos de unidades productivas en una elevada proporción por los pequeños establecimientos tiene, como contraste, la mayor parte de su volumen productivo controlado por medianos y grandes establecimientos, en muchos casos vinculados al proceso agroindustrial. La brecha entre la capacidad para generar excedente económico, implantar nueva tecnología de gestión y producción y acceso a canales de comercialización y financiamiento favorables se ha ido ensanchando con el tiempo, entre los actores sociales más pequeños y los de mayor tamaño. Un factor central para morigerar esta brecha fue, históricamente, la acción reguladora del Estado, ausente en el último decenio para asegurar precios rentables a todos los productores.
1.4. La apertura externa, la inexistencia de crédito bancario a bajo costo, la imposibilidad de obtener precios remunerativos por la presencia de agentes comercializadores de gran poder y la caida de los precios internacionales, acentuada por la sobrevaluación del tipo de cambio, acentuó la debilidad estructural de la pequeña producción y provocó emigración creciente desde la actividad agrícola hacia los centros urbanos cercanos.
1.5. En el área de la extracción de petróleo, gas y carbón, la privatización de las empresas encargadas de las citadas explotaciones generó un fuerte proceso de expulsión laboral, no compensado por la creación de otras fuentes de trabajo o la acción estatal. Ello se hizo evidente en el sur patagónico, en Neuquen y en Salta.
1.6. La acción de los estados provinciales y municipales se vio resentida por la paulatina desaparición de actividades productivas urbanas y rurales fruto de las políticas de la década de los 90, lo que las obligó a alojar empleo sobreabundante en sus áreas burocráticas por la ausencia de seguros de desempleo, lo que derivó en crecientes dificultades financieras y mecanismos clientelísticos para alimentar y dar empleo público a la población excedente.


Finalmente. Entonces, lo que está claro es que no todo lo que queda "por allá" es economía regional. Y que toda vez que estas economías precisan de un mercado interno que ayude en la escala, y de nuevas tecnologías que mejoren la competitividad (para mejorar la productividad antes que empeorar los salarios), además de la apertura de nuevos mercados extranjeros que no es automática, el tipo de cambio debe atender esta mirada integral, ni tan alto para destruir el salario y entorpecer la incorporación de nuevas tecnologías, ni tan bajo para hacer inviable la competencia.

Los grandes empresarios de la Argentina deberían explicar el aporte que ellos hacen a estas economías, antes que usarlas como slogan para sus reclamos de interés.











Comentarios

"Los grandes empresarios de la Argentina deberían explicar el aporte que ellos hacen a estas economías, antes que usarlas como slogan para sus reclamos de interés. "

Claaa.. como don Paolo que acá vende sus chaperíos al valor mas alto del mundo, es capital intensivo y usa el eufemismo para evitar decir, como los demás, que los salarios son altos....

Y si, parece no más que en el sector economías regionales hay una muy baja productividad con lo cual la incidencia de mano de obra es importante y ante el persistente aumento de las referencias laborales (SMVM y AUH por ej.) empiezan las "inviabilidades". Con subsanar el crédito al secor no alcanza ya que en algunos es tan baja la producción que no ven conveniente meterse

En el blog de Abel creo, uno se quejaba hace un tiempo por no poder contratar laburantes por que lo que pagaban supuestamente no les convenían...

La solucion parecería ser una suerte de concentración para ganar escala y produtividad como, sorprendentemente, también le cabe al el sector tambero

Salduos
Hache dijo…
Me gustaría conocer la opinión "despolitizada" de esos productores. Porque si le venden al mercado interno aumentan los precios y listo, cosa que hacen. Si están con la soga al cuello también es por los oligopsonios, que se abusan. Al Estado le cuesta mucho defender a tipos que le echan más la culpa al Estado que a las empresas que se abusan...

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