Elecciones 2017: El relato electoral, un drama que vivimos los argentinos

¿Por qué digo que es un drama?

Porque no ayuda mucho a tomar decisiones, ni de votos, ni de negocios, ni de inversiones, ni de relax. En el marco de la elección de medio término de este 2017, este tema no es menor, y ojalá desde algún medio, menos preocupado por quedarse con todo y más por el país, se adopte un debate serio, que no puede ser extremista.

¿En qué sentido?

Los relatos que apuntan a la corrupción de unos pero no a la corrupción de otros, como si De Vido fuera distinto a Arribas, no ayudan a entender cómo juegan las políticas de gobierno en el escenario. Intereses de fracciones de clase: este gobierno defiende el interess de endeudadores, de bancos extranjeros, menos pero también nacionales, del agro exportador (que coloca en finanzas), de las multis de los servicos que exportan e importan más con la caída de la demanda, fugan con el dólar barato, y no juegan a favor del crecimiento argentino.

Los relatos suelen posicionarse en extremos, binarios, con muchas dificultades para expresar que un país, donde habitan distintos intereses, no se logra con medidas extremas (cepo absoluto, libertad total) que nunca pueden ser extremas en realidad, dentro del capitalismo. Sino que las medidas dan un horizonte en escala de grises con mayor o menor regulación y a favor de ciertos sectores, de ciertos negocios capitalistas y no de otros, nunca de ninguno. Por ejemplo, no es lo mismo favorecer con regulación comercial a sector textil, de calzado o marroquinería, que hacerlo, con otra regulación, a los bancos y a la fuga de divisas proveniente de la especulación.

Si podemos ponernos de acuerdo en que regulación siempre habrá, el tema es cuál, en qué sentido, para favorecer qué país, podríamos entender que un país se resuelve con coordinación. Y aquí surge un problema, ¿cómo evitamos la fuga de divisas sin control que perjudica sin lugar a dudas la verdadera inversión, si uno de los requisitos del JP Morgan para calificar mejor la deuda argentina es que no hay ninguna traba? ¿Cómo coordinar a todos los intereses si uno de los intereses exige la libertad absoluta para sentarse en la mesa? ¿Es posible una coordinación de intereses peleándose con alguno de estos recortes del capital? La respuesta es que al menos debe intentarse. No hay un camino al desarrollo (entendido como bajo desempleo, producción con pleno uso de los factores y bienestar social) si no se entiende que desde el lugar donde estamos al principio habrá que ser ineficientes en muchas producciones.

El drama de nuestro tiempo es que los relatos extremistas impiden la coordinación de intereses, pareciera que si no está el JP Morgan (el HSBC, el Citi, la BNP Paribas, el Santánder, el BBVA, etc) somos comunistas. Y no. Si queremos el desarrollo, se deben coordinar intereses, mostrando que la coordinación no es para que ganen los de afuera o lo amigos, sino las Pymes, los trabajadores, los que innoven, los que investiguen y los que inviertan en fierros. Y esta coordinación solo la puede ejercer el Estado, a favor del mercado y no contra él. Pensando en el futuro y no en la deuda.

Entonces de un lado, nos queda la gente que se siente agobiada por el Estado, pero por el otro emerge la que con esta idea de país está más ajustada, que ya no puede hacer lo mismo que antes, que perdió su empleo, o que tuvo que cerrar la empresa y echar gente. Entonces, esta gente lastimada por estas políticas neoliberales de la administración Macri tampoco será abierta a entender los grises del relato, comprará el otro relato, el que dice que la patria es el otro, creyéndose parte de ese otro, con una nueva expectativa que myu probablemente no será resuelta como lo espera, y será propensa a irse de nuevo al otro relato.

Si no salimos del relato, que es un problema de todos, no sólo de un partido, o de los partidos, no salimos del subdesarrollo, me parece. No digo que sea fácil, porque el modelo neoliberal de fuga reproduce el relato interventor, y al contrario, el modelo de intervención reproduce el de falsa libertad económica. Pero la utopía debe ser creer que se puede coordinar intereses por un país mejor. Sin utopías no vamos a avanzar. Y esa utopía sólo la pueden ejercer los que creen en lo nacional, en la producción local, jamás los que se entregan al extranjero para diseñar medidas.

Comentarios

Anónimo dijo…
Muy confuso todo. La utopia deberia ser
creer que se pueden coordinar intereses?
Parece tan pobre el deseo que ni califica
para utopia. Y si probamos con ser un pais
con independencia economica y politica de los
centros mundiales de poder? Solo asi se sale del
sub desarrollo. Cualquier otra salida intentando
asumir los intereses extranjeros como propios solo
dan como resultado mas dependencia y mas sub desarrollo.
Dos botones de muestra: Malvinas luego de asumirnos como
cruzados anti comunistas pro norteamericanos. Crisis del 2001
a pesar de ser los mejores alumnos del Consenso de Washington.

Hache dijo…
Anonimo, está bueno lo que decís y te pido disculpas por escribir rápido y sin releer, es mi falta.
Igual la idea está y es esa. Yo defiendo las banderas de independencia economica, soberania y justicia social, el tema es que no todos lo hacen por igual en este país.
Mi punto es que si extremamos las politicas para lograr ello, pero sin acuerdo de sectores claves del capital (ejemplo facil: agroexporatdores) lo que termina pasando es un Estado que va para un lado y actores economicos centrales que van para el otro.
Por supuesto que el modelo (o proyecto, mejor dicho) que defiendo es el de la regulación a favor de un Estado que piensa lo nuestro, el empleo, la porducción nacional, el desafio es hacerlo sin que otros actores sean desleales con ello, como pasó con el campo entre 2012 y 2015. Se precisa coordinación y hegemonia de largo plazo, si pendulamos cada tantos años solo reproducimos la tension y no el desarrollo sustentable.
Por ejemplo, se tomaron 100 mil millones de dolares de deuda, que pudieron servir para hacer miles de cosas productivas, pero solo se usaron para la fuga. Tranquilamente se podian tomar la mitad, con un proyecto mas inclusivo, con ideas de largo plazo, sin tensionar tanto con esos actores. Ahora se fueron entonces al otro lado. Si hubiera coordinacion para que todos ganen un poco sin tomar posiciones extremas nos iria mucho mejor.

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