Transferencia de ingresos y empleo por rama de actividad
En esta nota, en base a datos del Centro Cepa, busco mostrar la ganancia relativa por sector, pero no a
nivel de cantidades, sino que quiero incorporar los precios, y el
resultado en el ingreso relativo entre sectores. La hipótesis es que
durante 2016 hubo un cambio de precios relativos muy poderoso a favor de
actividades de bajo derrame (agro, servicios regulados, bancos). De
este modo no vamos a ver si mejoran las cantidades de cada sector, sino
que vamos a tener una idea de qué sectores ganaron más en la relación
entre precios y cantidades, o sea cómo está funcionando la relación
entre precios, cantidades y mejora relativa de ingreso económico por
sector.
Repaso tres cosas: la variación del valor agregado bruto nominal por
categoría seleccionada del PBI (ver gráfico), la variación constante
para analizar su dinámica real (ver gráfico 3), y el empleo registrado
por rama (ver gráfico). Con estas tres cosas, apunto a mostrar en pocos
párrafos el tránsito de la reconversión productiva en la Argentina.
Para que se entienda la idea, veamos un par de sectores, leídos a la luz
de estos datos. El agro mejora su VAB corriente entre 2016 y 2015 en
73,7%, mientras que en precios constantes (sólo cantidades) tuvo una
caída de 5,5%en dicho lapso. Esto hablaría de una mejora en las
ganancias relativas del sector frente al resto de los sectores, pero con
menos producción final (acá también juegan los precios implícitos, en
este caso vinculados con fuerza a la devaluación y la quita de
retenciones). El agro refleja una mejora en empleo registrado entre
diciembre de 2016 y diciembre de 2015 de 5.738 empleos, lo cual le ayuda
a mejorar los niveles de empleo de 2015, pero no el de los años 2010 a
2014.
En el caso del comercio, el empleo mejora en 10.000 ocupados
registrados, mientras la caída real del sector fue del orden de 2,4% y
sus ingresos nominales subieron un 36,0%, apenas por debajo de la
inflación que fue de 39,6%. Así y todo, estos 10.000 empleos son sólo el
0,9% del empleo de esta rama.
La industria manufacturera merece una mención especial. Por varias
razones. El sector industrial es fundamental para el crecimiento de la
Argentina, sobre todo si se quiere que ese crecimiento derrame en otras
variables como empleo, inclusión, salario, producción, exportaciones. El
empleo industrial es la locomotora de la organización sindical, cuanto
más industria hay en la Argentina más fuerte se hace el movimiento
obrero. Cuanto más fuerte es el movimiento obrero, mejor es el salario
real de toda la población asalariada. Cuanto mejor es el salario real,
mayor es el consumo y eso aumenta el empleo en un círculo virtuoso (la
contracara de esto es el aumento en la necesidad de dólares, cosa que ya
vimos en otras ocasiones).
Entonces la industria, como decía, cayó en términos de su valor agregado
bruto real (o sea, en cantidades) 5,7%, respecto del valor agregado
bruto en precios corrientes (o sea, su producción valorizada) subió un
31,7%, casi 8 puntos debajo de la inflación. De este modo, expulsó
empleo en 47.679 trabajadores (-3,8%). Lo que representa la mayor caída
desde el año 2002 (-4,8%). Vinculado a la caída industrial, también
existió en 2016 una caída real de la construcción de 11,3%, lo que tiene
impacto, asimismo en el sector industrial.
La intermediación financiera, ganó en términos nominales, durante 2016
un 54,8%, muy arriba de la inflación en más de 15 por ciento. Así y todo
cayó en la medida real en 3,8%. Con esta combinación ganó menos de 0,6%
de empleo.
En base a lo anterior, se puede ver que hay mejoras nominales en los
sectores ganadores: el sector agropecuario, beneficiado con la
devaluación y la quita de retenciones, el sector de servicios regulados
(electricidad, gas y agua, +1,4% real), beneficiado con nuevos precios y
la desregulación (dada de hecho por transferir al usuario el peso de la
tarifa), la pesca y la intermediación financiera, está última
beneficiada por un modelo de especulación y valorización, forman parte
del selecto grupo de ganadores en términos de ingreso.
El problema de fondo es que las actividades que están ganando no sólo
casi no derraman, cuando lo hacen, ocurre que estas actividades, por su
transnacionlización y financiarización, pueden ganar incluso en ciclos
de fuerte caída. Entonces dichas actividades no traccionan un cambio
endógeno hacia un mayor crecimiento, y si a ello se le suma un Estado
que no aplica regulación para que la transferencia de ingreso entre
sectores tenga alguna consecuencia positiva, lo que se consolida es un
capitalismo en Estado de naturaleza, donde el hombre (el rico) pasa a
ser el lobo del hombre (todo el resto).
No sólo eso, a partir de estos datos, en los que se verifica una mejora
en el ingreso, pero no en las cantidades producidas, de la mayoría de
los sectores, también se puede suponer que existe una concentración
importante al interior de cada sector que también resulta en un nuevo
desbalance social y económico entre el poder las grandes empresas y los
derechos de los consumidores.
Gráfico 3: variación de cantidades por rama de actividad, sobre valores anuales en precios constantes de 2004.
Y reproducido aquí: http://rambletamble.blogspot.com.ar/2017/04/sin-derrame.html
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