Analicemos el #8N ¿qué se reclama?

Algunas cositas para contextualizar:
  • Una minoría desnuda de representación política, o sea sin un partido político político que la represente, se muestra disconforme con algunas medidas del gobierno y se manifiesta activamente.
  • La oposición no logra canalizar estas voluntades, un poco por incapacidad y otro poco porque no consigue plasmar un discurso que represente a una parte de la población que se homogeniza por la negativa pero no coincide en la positiva.
  • El PRO y otras fuerzas, como Moyano, Barrionuevo, y el FAP en menor medida, intentan mostrarse vagamente como pata política y partidaria sin éxito.
  • Esta movilización encuentra cierta difusión gracias a los medios de comunicación afectados por la inminencia de la puesta plena en vigencia de la Ley de Medios (art. 45 y 161, especialmente). 
  • Se resalta, un poco desde esos mismos medios, la importancia de la espontaneidad, sin que quede claro por un lado, que sea realmente así, ni tampoco, por otro, que una movilización organizada partidariamente sea menos funcional en democracia a canalizar demandas.
  • Los temas puestos a consideración en la agenda pública por parte de esta minoría, son tratados en la agenda de gobierno con definiciones que no contienen, según este mismo sector de la sociedad, los reclamos expuestos.  

Entonces, vuelvo sobre el post del 13S, ya que no encontré una variación importante de las demandas de aquel entonces en comparación con las de hoy. Transcribo el cuadro de las demandas que acompañan el cacerolazo de hoy, casi igual al del post del 13S.

Se realizó un índice (no científico) basado en varias dimensiones, siendo 0 el máximo antisocial posible y 1 el techo de pensamiento nacional y popular.

Las dimensiones consideradas son:
  • solidaridad (1)/ egoísmo (0): capacidad para pensar más en los demás que en sí mismo;
  • capacidad para entender las estrategias y posicionamientos de todos los actores sociales del sistema 0= nada: cuáles son los actores vinculados a cada temática, cuáles sus intereses y comportamientos; 
  • información/conocimiento de la situación real de cada asunto, 0=nada: manejo de información que dé cuenta de qué pasa con la premisa señalada; y, 
  • comprensión real de cuánto se perjudica a los sectores demandantes por el asunto criticado, 0=nada: es común, como con la 125, que muchos de los que reclaman por un tema no entiendan cuánto se afectan los intereses de este sector de la población si sus demandas tienen éxito. O sea, los que demandan comprenden realmente cómo los afecta la cuestión. 
No es para tomarlo muy en serio. Es más una opinión que una investigación. ¿Vale? Un juego.

Cada variable fue evaluada de manera independiente. Por ejemplo "–La pobreza sigue igual, las villas crecen y se gastan millones en propaganda política como Fútbol para todos", es una idea que reviste solidaridad, pero al mismo tiempo se desdibuja por la baja información que se posee de la situación real. Por ejemplo, "–Quien piensa distinto es un enemigo", no demuestra comprender las características de los actores en juego, pero sí es cierto que comprenden que esto afecta a los sectores acomodados.

Digamos que es una forma de presentar mi opinión sobre el fenómeno. Lo ideal sería construir una metodología para medir más científicamente las variables con un estudio de campo (una encuesta o algo así).

Cuadro: click en imagen para agrandar (recuerden, buscando que se entienda más lo rearmé al revés que la versión del 13S: 0 es el extremo negativo negativo y 1 el positivo)



Gráfico: ponderación de las dimensiones a partir de las cuestiones materiales




Gráfico: ponderación de las dimensiones a partir de las cuestiones simbólicas



En estas 4 dimensiones nos encontramos con algo para decir: el punto más alto es que los sectores medios acomodados tienen comprensión de que este Estado afecta sus privilegios materiales, su solidaridad es más simbólica que material y que muestran una reducida comprensión de cómo juegan los actores sociales en la puja distributiva de la Argentina. Asimismo, este juego nos permite señalar que la comunicación sobre las situaciones reales que atraviesa el país es deficitaria por parte del gobierno, que sólo se acercan a ella quienes leen 5 diarios y están en contacto con algún informante clave. 

Hoy es un día para pensar. Néstor Kirchner decía que se gobierna en los márgenes: si te pasas te caes y sino llegas al margen no transformas nada. Es decir, no se puede tirar mucho de la soga de golpe porque se pone en riesgo la transformación social, pero tampoco se puede gobernar para el cambio sin afectar intereses. En este sentido, cabe prestarle atención a lo que ocurra hoy, aprender, pensar qué de todo eso podría canalizar realmente el gobierno nacional gracias a su capacidad y vocación pero en la medida que no cambie el rumbo del proyecto de gobierno nacional y popular; la hipótesis es que debe haber varias cosas y no estaría mal que el gobierno se apropie de la definición y gestión políticas de estas cosas. Incluso en algunos casos ya lo está haciendo, por tanto se podría reflexionar acerca de cómo transmitirlo mejor.  

En un país donde más de 11 millones de personas votaron hace poco más de un año por una presidenta que dijo, y fue sincera: "yo no soy neutral, el Estado en la Argentina estará al servicio de los sectores populares", cabe pensar que lejos estamos de algún riesgo democrático. Bienvenido sea. 

Finalmente hay cierto alivio por cuanto se puede reflexionar que se están haciendo las cosas bien: mientras haya pobreza y riqueza, la búsqueda de la igualdad social moviliza a quienes pierden privilegios, a los que viven con cierta riqueza. Otra sería la historia si se movilizara un sector social pidiendo derechos que otros sectores sociales ya disfrutan. 

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